Dicen que del odio al amor hay un solo paso... y es la pura verdad... Tengo dos hermanas, de chiquitas éramos terribles, con la más chiquita no tanto... El tema era la del medio con la pequeña y/o yo con la del medio... Rara vez nos complotabamos contra la chiquita....
Con mi hermana del medio nos hemos odiado y nos hemos dicho cosas terribles. Ella me ha corrido por toda la casa para pegarme con un zapato del colegio (unos náuticos pesados con suela de goma gruesa y dura) y yo, en otra oportunidad le he dado con el control remoto por la cabeza, nos hemos arrancado pelos y piel, cachetazos, golpes, eran peleas con odio...
Hasta que un día, todo se acabó... Empezamos a tener una relación un poco más amena, nos seguíamos peleando pero era más leve... y de buenas a primeras, somos algo así como buenas amigas y todo lo anterior quedó como anécdotas que contamos y nos causan gracia...
Ahora, con el tiempo, agradezco haber tenido hermanas; Amo, adoro y admiro a mis hermanas y pensar que miles de veces le pregunté a mi mamá porque no había sido única hija... Hoy me hubiera arrepentido tanto!
Hermanitas! como las quiero y aunque no lean esto (pero siempre se los digo)... Gracias por todo lo que me dieron e hicieron por mi... Saben que yo estoy siempre y que pueden contar conmigo SIEMPRE y hasta que la muerte nos separe... Las quiero!
No hay comentarios:
Publicar un comentario